El papel de los padres en el reforzamiento del aprendizaje

22.02.2013 05:00

En los primeros años, los niños necesitan reafirmar lo que han aprendido en la escuela. Para ello existe una serie de estrategias que permiten a los padres incorporarse en sus actividades e incentivarlos a afrontar las nuevas experiencias.

El apoyo de los padres de familia promueve el aprendizaje de sus hijos. Así, a través de actividades lúdico-educativas que se realizan en casa se refuerzan los conocimientos que los niños adquirieron en la escuela. Además, fortalecen su autoestima y con ello su capacidad de socializar con su entorno.

 

Hábitos que benefician

En la etapa de formación, el niño necesita apoyo para reforzar lo que ha aprendido y encontrar la motivación para aprender de las experiencias nuevas. Por esta razón, es necesario que los padres se encuentren pendientes de los temas que desarrollan en la institución educativa para ayudarlos en casa a comprender mejor las lecciones.

Susana Pérez Mendoza, directora de la Institución para el Desarrollo Psicopedagógico del Niño y el Adolescente "La Luz de un Ángel", expresa que los padres deben utilizar su tiempo para reforzar los valores que adquieren sus hijos en el nido. Se recomienda establecer un cronograma de actividades para motivarlos y reforzar sus conocimientos.

 

Lucero Calderón Frías, directora psicopedagógica de Tangram, destaca las actividades lúdicas como la mejor forma de ampliar los conocimientos. Los videos en Internet y juegos de mesa con cartas o dados favorecen el aprendizaje de los números y las operaciones básicas. Las rimas, poemas, adivinanzas y juegos verbales ayudan a la memoria auditiva.

Las especialistas consultadas destacan que los padres deben retomar las lecturas de cuentos con sus hijos, los paseos, las canciones y las manualidades. Así, la relación será más estrecha y los niños, al mismo tiempo, desarrollarán mejor sus capacidades y sus aprendizajes. Si los padres estimulan más el lenguaje en los pequeños, mejor será su adaptación a la sociedad.

 

 

Fortalecer la autoestima

Frente a los errores que el niño comete durante su aprendizaje, algunos padres aún desconocen cómo reaccionar. A veces piden a sus hijos que asuman comportamientos que no son comunes a su edad, como sentarse quietos y en silencio. Entonces surge un conflicto que el castigo físico ni la agresividad verbal podrán resolver.
Pérez Mendoza comenta que los padres prestan mayor atención a corregir los errores de los niños, cuando deben reforzar las conductas adecuadas. "Cuando los padres corrigen a los menores con un castigo deben percatarse si comprenden el motivo de la sanción. De lo contrario, la falta volverá a ocurrir porque no reflexionarán sobre el hecho".
Calderón Frías manifiesta que la mejor forma de corregir los errores, sin dañar la autoestima de los hijos, es entender que son seres humanos con fortalezas y debilidades. Así comprenderán que ellos tienen la capacidad de aprender, pero sobre todo de corregirse cada día. "Los padres deben hallar el potencial de sus hijos y apoyarlos para que lo desarrollen sin presiones".
En los primeros años se recomienda incentivar a los hijos a que se sientan orgullosos de sus logros, así como dejarlos que actúen con independencia y asuman sus responsabilidades. Asimismo, deben ayudarlos a enfrentar nuevos retos con entusiasmo. Un clima emocional cálido, participativo e interactivo ayudará a los menores a superar sus frustraciones.
La socialización
Otro aspecto importante en la primera etapa de formación del niño es que los padres le ayuden a desarrollar su lenguaje y socialización. En algunas ocasiones, la preocupación por el comportamiento en el ámbito social de sus hijos recién surge cuando observan algo inadecuado. Es mejor promover su adaptación al entorno antes de que se genere un problema.
"Si el padre establece un vínculo afectivo con sus hijos, éstos podrán hacerlo también con los demás. El proceso de socialización involucra no sólo la relación con los padres, sino también con el entorno que rodea al niño. Por eso es muy importante estimular una adecuada autoestima, ya que permite que sean respetuosos, solidarios, receptivos y se relacionen con los demás", afirma Pérez Mendoza.
Por su parte, Calderón Frías sostiene que los padres son el principal modelo que siguen los hijos, así que favorecerán o entorpecerán en mayor o menor grado sus relaciones con los demás. El primer paso es conocer su personalidad y enseñarles a ponerse en el lugar del otro para que aprenda a socializar de forma efectiva.
La mejor forma de enseñar a los hijos es con el ejemplo. Si se desea que los niños respeten a sus compañeros y cultiven valores, los padres deben hacerlo también. Se puede reforzar el aprendizaje haciéndoles notar que cuando alguien infringe las reglas es un comportamiento inadecuado. Así, los menores interiorizarán los comportamientos adecuados.
Importancia del juego
Por otro lado, los especialistas manifiestan que la mejor forma de apoyar el desarrollo de los niños menores de cinco años es mediante las actividades lúdicas. A través de los juegos los pequeños desarrollan sus habilidades y les facilita interactuar con otras personas. Asimismo, permiten que exploren, se muevan y expresen sus sentimientos.
Durante el juego el niño aprende a compartir juguetes y respetar las normas. Del mismo modo, facilita que el pequeño enfoque su atención en situaciones simples como desabrochar botones, subir y bajar escaleras. Estas actividades son importantes en la formación personal porque sirven como un estímulo.
Gracias a las actividades lúdicas puede descubrir el mundo. Y junto a sus padres puede encontrar formas de entretenimiento como las rondas, donde el niño canta, corre y coordina sus movimientos.
Los padres que permanecen al lado de sus hijos durante los primeros años de vida, están pendientes de sus necesidades y fomentan espacios de interacción crean un lazo muy estrecho que favorecerá a ambos en el futuro. Por eso, no hay que escatimar cuando de ingresar al mundo infantil se refiere.